SANA DOCTRINA. La reafirmación de los fundamentos del MMM

A lo largo de más de medio siglo, el Movimiento Misionero Mundial (MMM) ha mantenido incólume los fundamentos bíblicos que lo guían y ha sabido defenderlos ante los ataques de los enemigos que, valiéndose de diversas artimañas, han pretendido cambiar el camino que el pastor Luis M. Ortiz trazó basándose en la Biblia
El reverendo José Arturo Soto, Presidente Internacional del Movimiento Misionero Mundial, hace un llamado a defender los fundamentos que tiene establecidos esta Obra, como son la visión, la presencia de Dios, el llamado misionero, la dignidad del ministerio y la Sana Doctrina.
En los 56 años que la Obra viene trabajando, ¿cuáles son los fundamentos que le han permitido avanzar y alcanzar grandes victorias en todo este tiempo?
Visión Misionera. La Obra surge del nombre que Dios le dio a nuestro hermano Luis M. Ortiz, quien fue el fundador; la principal meta era que tenía que ser misionera; por eso, el Señor dio el nombre de Movimiento Misionero Mundial. La idea era tener un movimiento de Dios.
El hermano Ortiz siempre dijo: “Yo no soy el fundador de esta obra. El Señor me introdujo, Dios fue el que la inició”. Por eso, el eslogan nuestro es “Esta Obra nació en el corazón de Dios”, y nació en una cuna misionera; lo nuestro siempre ha sido avanzar a nuevos países, cruzar nuevas fronteras. Recuerdo que cuando me convertí al Señor, en Costa Rica había solo seis iglesias y la idea era llenar el país de congregaciones; ahora ya estamos en toda la nación. Así fue que en toda Latinoamérica había un ardor y una visión misionera, eso no lo podemos perder, es fundamental y ha sido una de las claves para el avance de esta Obra; eso no ha cambiado hasta el día de hoy. Es maravilloso ver que después de 56 años esto sigue siendo fundamental en nuestra forma de ver la Obra de Dios.
Dignidad del Ministerio. Otro de los fundamentos es la dignidad del ministerio, la cual dentro de esta Obra es considerada como algo muy especial y muy grande. Esto significa que el ministerio cristiano tiene altos valores y principios.
Esto nos lleva a tomar muy en serio el llamado Divino; por eso procuramos, en todo lo que a nosotros respecta, mantenernos listos para que Dios nos use y se valga de nuestras vidas; no que seamos perfectos porque nadie lo es, aunque parecernos a Cristo es una buena meta a seguir. En síntesis, el hombre de Dios debe mantenerse preparado, listo para ser un instrumento en las manos de Dios. Este es uno de nuestros valores y nos permite estar dispuestos para servir al Señor donde quiera que Él nos llame, sin importar las circunstancias que nos rodeen, ni el campo donde tengamos que ir a trabajar. Esto también lo hemos mantenido hasta ahora.
La presencia de Dios. Es fundamental, como le dijo Moisés al Señor, “Si tu presencia no va con nosotros, no nos saques de aquí” (Éxodo 33:15). Esa petición no fue singular, fue plural porque estaba incluyendo al pueblo. La presencia de Dios es absolutamente necesaria, y más que necesaria, es imprescindible; por esta razón estamos haciendo mucho énfasis en reafirmar nuestros fundamentos.
La presencia de Dios tiene que manifestarse y dejarse sentir en nuestras iglesias, no podemos sentirnos satisfechos con lo que somos y lo que tenemos. Tenemos que buscar el rostro del Señor, pero tiene que ser continuo, eso es Shekinah, es Dios habitando en medio de Su pueblo; tiene que haber una sed, un hambre espiritual, una búsqueda de la presencia de Dios.
Preparar obreros para las misiones. La preparación de obreros siempre fue una preocupación en la Obra y hasta ahora sigue así. La fundación del Instituto Bíblico Elim fue, incluso, antes que el Movimiento Misionero Mundial, porque en Cuba, los hermanos Ortiz empezaron a formar obreros para la Obra. Hoy en día el instituto ha crecido enormemente, hay muchos países donde se está formando obreros para el ministerio; nosotros lo creemos esencial y estamos trabajando en eso. Si no formamos obreros estaremos fallando en algo que es fundamental. Así lo hizo nuestro Señor Jesucristo cuando fue a reclutar a personas para que ellos pudieran continuar Su labor después que Él no estuviera, y así lo hicieron. Ese es el modelo nuestro, por eso entra en protagonismo nuestro Instituto Bíblico Elim, que es nuestra escuela teológica.
Doctrina del Señor. La doctrina nuestra es fundamental porque es la Sana Doctrina. No es la doctrina del Movimiento, como siempre aclaramos, sino la doctrina bíblica, porque nunca, en ningún punto doctrinal, establecemos un parecer o una opinión nuestra, sino traemos un marco bíblico con una serie de textos, no uno nada más, sino textos en plural que dan pie a esa doctrina establecida.
¿Cuáles son las cosas más importantes que debemos cuidar y mantener en la Obra del MMM?
No podemos cambiar la Doctrina. Dentro del estatuto internacional de la Obra está el no cambiar nunca nuestros fundamentos doctrinales. Puede cambiarse un estatuto, un reglamento, según las necesidades de cada época se van actualizando, pero la doctrina misma no puede nadie pretender cambiarla. Esa es nuestra disposición, no podemos cambiar lo que hemos recibido desde el principio.
No podemos cambiar la Visión. Otra cosa que no podemos cambiar es la visión de la Obra, y cuando decimos la visión no estamos hablando solo de un sentir o ver lo que Dios quiere, también está de ver otros aspectos, como la parte económica. Nosotros en esta Obra no tenemos la meta de acumular recursos o dinero, no es lo nuestro. Claro que existen fondos que respaldan el trabajo de cada país. Yo soy partidario de que exista un presupuesto en que se pueda prever alguna contingencia, eso también es parte de la visión.
No podemos cambiar la preparación de nuestros hermanos. Debemos preparar a nuestro pueblo, a la Iglesia. Eso lo dice la Biblia, Efesios 4:12 dice: “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”. También hay un ministerio individual que Dios puede darle a cualquier hijo suyo, pero existe un ministerio eclesial, de la Iglesia como tal, que debe desarrollarse, paso a paso, donde Dios lo tenga ubicado. Los hermanos que son los que forman la Iglesia deben tener una enseñanza bíblica.
Pastor, hemos visto cómo otros concilios han decaído después de pasar los 40 años de existencia. ¿Por qué dejaron la Palabra de Dios, la Sana Doctrina? ¿Qué debemos hacer para que no nos pase esto?
Es un tema muy interesante y tiene muchas aristas. Una Iglesia que pierde la visión, la presencia de Dios, el llamado y ardor misionero, y la Sana Doctrina, va perdiendo poder de Dios. Vemos cómo ese poder es desplazado y ocupado por una organización humana pura y normal con propósitos materiales, pastores que ven el ministerio como un medio de enriquecerse o tener fama, es así como todo esto puede desplazar los verdaderos valores del ministerio. Entonces, como se van ocupando en otras cosas, solo son cascarón, nada más; han perdido la esencia, son como una vacía botella de perfume que da solo el olor, mas no hay nada adentro. Muchas iglesias lamentablemente han caído en ese estado.
Nosotros nos hemos mantenido estos 56 años con la ayuda de Dios y esperamos hacerlo así hasta la venida de Cristo. Debemos mantener este mismo estándar delante de Dios, para así no perdernos. No queremos ir a parar en la compañía de los muertos. Por eso estamos tocando estos puntos en los que se ha fallado históricamente, para no caer como aquellos grupos que duraron 40 años y de ahí se fueron para abajo, al abismo, al precipicio. Nosotros queremos seguir avanzando mientras que el día dure, no solo en el alcance de los campos misioneros sino también en la vida cristiana exitosa y bendecida.
¿Cuán importante es que se mantenga la doctrina en todas nuestras congregaciones en el mundo para mantener la unidad?
Es esencial. La doctrina no puede ser distinta, incluso en países con otras culturas, ya que esta obra es transcultural. Estamos en regiones donde existen otras religiones, como la musulmana y el budismo. Por ejemplo, en la India, una cultura que es desconocida para nosotros, existen cosas distintas a las que conocemos en Occidente; igual sucede en la China y en los países de Medio Oriente.
Considerando eso, tenemos que ser sabios y en cierta manera flexibilizar algunos aspectos que para nosotros son normales, pero que para ellos puede ser una ofensa. Por ejemplo, el anillo; cuando he llegado a la India he tenido que quitármelo porque ellos lo consideran una ofensa, para mí no, pero yo no quiero ofenderlos. Ellos me preguntan por qué un pastor tiene un anillo; bueno, les respondo que el anillo en Occidente se usa como un emblema del matrimonio. Allá en la India no se usa anillo, pero se usa un collar de oro que es el emblema de matrimonio para ellos.
Entonces, aparte de estos detalles, la doctrina del Movimiento, que es la doctrina cristiana, no puede cambiar.
¿Qué mensaje les daría a todos nuestros hermanos y pastores para que unidos defiendan la Sana Doctrina?
A través de los tiempos, la Obra ha tenido momentos críticos por diversas razones. Una de ellas son las opiniones. Hay muchos pastores que les gusta poner como su marca personal a su ministerio y cometen errores graves, porque una cosa es una opinión y otra muy distinta es una doctrina. Esta Obra tiene una doctrina que está muy bien bosquejada en el libro de instrucción bíblica. Ahí están contenidas las doctrinas fundamentales.
La doctrina es una línea establecida por la Palabra de Dios con todo el sustento bíblico, siguiendo todas las reglas de la interpretación bíblica. La interpretación bíblica no es antojadiza, no es que yo soñé, no es que Dios me dijo a mí, o que tuve una visión; eso no es así, porque por eso han surgido grandes herejías.
Ahora, una cosa distinta es una opinión. Ciertos choques surgen cuando algunos pastores ponen su sellito personal en algo y después les cuesta virar hacia atrás y reconocer que cometieron un error. Hay muchos ejemplos. Ha habido pastores enseñando que cuando una persona ayuna por varios días no debe bañarse; eso no está en la Biblia, pero hay pastores que lo dicen. Otros quieren obligar a que sus opiniones sean compartidas por todo el mundo y que se conviertan en doctrina del MMM.
Algunos dicen que celebrar los cumpleaños es pagano y celebrar otros días de fiesta que comúnmente se celebran en nuestros países, en Occidente, es paganismo o es mundanalidad. Cualquier cosa se puede hacer mundanamente, aun el cristianismo se puede hacer mundanamente, y las fiestas que pueden ser celebradas de la forma correcta, pueden ser celebradas de forma incorrecta.
Si una persona celebra su cumpleaños con una algarabía mundana, eso no está bien, pero si alguien celebra una reunión y agradece a Dios porque un día viniste a este mundo, eso no tiene nada de malo; pero habrá quienes piensen lo contrario, bueno, se les respeta, pero se les pide que también respeten la opinión de los que sí lo hacen con agradecimiento y acción de gracias.
Desde un punto de vista extremo, mencionar los días de la semana también sería pagano, porque son católicos. Sabemos que los días de la semana fueron la creación del papa Gregorio XIII, por eso se le llama calendario gregoriano; en él, el lunes es el día de la Luna, martes es día del dios Marte, hasta llegar al domingo que es el día del Sol; entonces, no podríamos llamarlos por esos nombres porque son paganos. También tenemos que algunos nombres de los meses provienen de nombres de emperadores romanos; es más, tendríamos que pensar en cambiar el nombre de algunos países y de algunas ciudades nuestras, ya no podríamos decir que tenemos obra en Santa Lucía o Santa Marta porque son nombres de vírgenes.
Les pido a todos los pastores del MMM la sabiduría, el equilibrio, la sensatez de buscar el balance entre opinión y doctrina; las opiniones deben respetarse, eso es una muestra del verdadero cristianismo; actuemos con humildad y sencillez, que es lo que Dios manda, y no seamos autocráticos.
¿Cómo va el avance de la Obra a nivel mundial? ¿Se han abierto nuevos campos blancos? ¿Cómo se está desarrollando la Obra en Europa?
No hay ninguna duda que la Obra está en un franco avance. Podemos ver por medio de Bethel Televisión y la revista Impacto Evangelístico que en estos últimos años hemos llegado a nuevas fronteras, nuevos países y tenemos una buena expectativa, un marcado potencial para poder extender el Evangelio. Por ejemplo, en la parte de Medio Oriente se está avanzando en Omán y Kuwait, países que son difíciles por ser anticristianos, lugares donde reina la religión musulmana.
La Obra está creciendo. Hemos dado grandes pasos hacia delante, tenemos ahora un potencial, hay mucha gente preparada hoy. En la Obra existe un hervidero de misioneros potenciales y de misioneros que están desarrollando un trabajo en distintos países.

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