40 NIÑOS SOBREVIVEN DE FEROZ TORNADO CANTANDO ALABANZAS A DIOS, MIENTRAS ARRASABA CON EL TECHO DEL TEMPLO

La intervención milagrosa de Dios hizo que los niños y miembros de la Iglesia salgan completamente ilesos, con el corazón lleno de tranquilidad y paz.
El pasado 22 de marzo, miembros de una Iglesia en McCracken County, Kentucky; lograron sobrevivir a un poderoso tornado que se registró de categoría 2 con vientos de más de 135 km/h, golpeando a toda la comunidad y arrasando con los techos de las viviendas, inclusive la del templo, donde un grupo de 10 hermanos se encontraban con aproximadamente 40 niños, en el servicio evangelístico.
El estado de emergencia fue declarado al oeste de Kentucky, lugar donde el tornado causó desastres en varias áreas, arremetiendo contra ellas. Así mismo se reportaron varios heridos por parte de los oficiales del lugar. Toni Mathis, maestra de preescolar contó que junto a los niños se refugiaron en una habitación totalmente segura, ubicada dentro del templo.
“No entendíamos lo que estaba sucediendo,” comentó Toni. “Estábamos cantando con los niños. Nos ocupamos de que ellos se sintieran a salvo.” Y los niños comenzaron a cantar ‘Jesús me Ama’ y ‘Dios tiene Todo el Mundo en sus Manos’.
“Fueron 10 minutos lo que duró el paso de la tormenta, creo que no tomamos conciencia de lo sucedido hasta que salimos a ver lo que dejó el tornado, y pensar en lo que pudo haber pasado. Dios estuvo de nuestro lado, en todo momento, Él cuidó a los niños,” dijo Toni.
El comisario del condado de McCraken, Ryan Willcutt, quien desesperadamente trataba de llegar a la Iglesia para auxiliar a los niños, relató que la fuerza de la tormenta le obligó a retroceder.
“En el camino tuve que esquivar 3 árboles arrancados de raíz y señales de tránsito que volaban por todos lados. No pude hacer más que esperar y refugiarme hasta que pase la tormenta.” Añadió Willcutt.
Lauren Haneline, quien también es maestra del preescolar narró que a pesar de que sentía el tornado pasar, dentro de sus corazones había una paz sobrenatural, mientras permanecían refugiados.
“Mis oídos se taparon, y supe que estábamos en el medio de la tormenta pero se sentía mucha paz y calma en aquella habitación. Sentí la mano de Dios como nunca ese día. Supe que estaríamos bien.” Finalizó Lauren.

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