Un grupo de misioneros está compartiendo el Nombre de Jesús con los hadzas, la última tribu de cazadores de África. Grandes cosas están ocurriendo con pueblos que, hasta hace algunos años atrás, no habían sido alcanzados por el evangelio.
Los hadzas habitan en la remota sabana del norte de Tanzania. Ejercen actividades de cazadores y recolectores. Viven en campamentos móviles, en busca de agua y alimentos de caza u otras fuentes naturales. Ellos saben que existe un Dios Creador y que tiene un Hijo, pero no sabían Su nombre.
Por primera vez en la historia, los hadzas están escuchando que el nombre del Hijo de Dios es “Jesús”. Leo, un pastor local, les está presentando a Dios y a Su Hijo. Leo recibió capacitación teológica y espiritual de la organización Global Disciples, cuyo objetivo es llegar a los pueblos no alcanzados en la región.
Con la ayuda de Dios, Leo ha abierto un templo cerca a la zona habitada por los hadzas. En solo unos pocos meses, el pequeño templo ha empezado a llenarse de hadzas y de otros grupos tribales, muchos están decidiendo seguir a Jesucristo, y algunos de los nuevos convertidos ya están compartiendo el evangelio con los suyos.
Como pueblo de Dios nos gozamos de oír las grandes maravillas que Dios está haciendo en los hadzas y en otras tribus, pues es una evidencia más de que la venida de Cristo está más cerca que nunca. ¡Sigamos predicando! ¡Sigamos orando por los no alcanzados y por los misioneros! ¡Sigamos firmes en Jesús hasta el fin! ¡Cristo viene!
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